No me refiero a los Dálmatas del macabro cerebro criogenizado de Walt Disney, y no voy a escribir de acá en adelante con relación al número de publicación porque tiene muy poco sentido.
Refresquemos, volvi al ruedo, y esta vez es para quedarme definitivamente, sigo trabajando, me siento muy contento para conmigo mismo.
No se por qué hoy me acorde de Dailan Kifki, en realidad creo que si porque Sasturain, ayer hizo referencia a los Best Seller argentinos escritos por mujeres y entre ellas se encontraba la octogenaria Maria Elena Walsh; y me retrotajo a mi escuela primaria y si pudiera hacer zoom un poco más a una linea: "Mi tio es muy elefante", error de caligrafia que mete al personaje en un aprieto.
Y me pregunto, como quien no quiere la cosa, cuántas veces hemos tenido pequeños, casi insignificantes errores y no precisamente gramaticales que nos metieron en una situación embarazosa (a más de una persona es literal).
Generalmente se les dice acto fallido o que nos traiciono el subconciente, si bien el nombre que tiene mi blog es Mi Mente Me Traiciona, la aprendi a controlar, a domesticar, a desenmarañar los laberinticos e intricados caminos por los que se disponia a hacerme perder o desorientarme, no digo que halla llegado al Nirvana, ni mucho menos...
Pero si leo mis primeras publicaciones, cosa que a veces me espanta, y las comparo con estas pensaria sin temor a equivocarme que fueron escritas por dos personas distintas, y no estoy tan lejos de eso.
Si bien mi psiquis hizo un vuelco de 355° (360° no porque se vuelve al mismo lugar), me sigo llamando Alejandro Cicala, pero no soy mas ese Alejandro que empezo a escribir hace un poco mas de tres meses...
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