Frases Célebres

"Exponer a los oprimidos la verdad sobre la situación es abrirles el camino de la revolución."
León Trotsky

jueves, agosto 26, 2010

Como destruir carreras en una publicación

Necesito hacer terapia.
Eso es una cosa que me lo han dicho, conocidos, familiares, amigos y transeúntes de la vía pública.
Pero... ¿Por qué necesito?

SOY UN TRASTORNADO

No estoy orgulloso de eso, pero es una de las cosa que me tocaron en suerte.
Bien podría ponerme a detallar situaciones, anécdotas, hechos y detalles sobre mi vida que me llevaron a ser este loco lindo que soy el día de hoy.

Se dicen que los locos nunca admiten que están locos, eso quiere decir que no lo estoy.
O por lo menos pienso eso para aliviar mi psiquis. Es muy elaborado razonar desde dos lugares al mismo tiempo.

Si tuviese que mirarme como una tercera persona, en una especie de epifanía mística, claramente, doy síntomas de enfermedad mental en cierto grado.

  • Hablo con las manos, y no como Terminator quiere hacer que hablen, ni como lenguaje, sino que mientras hablo necesito expresar eso que digo con las manos, gesticular. 

  • Hablo sólo, pero no en pequeños soliloquios, mantengo conversaciones conmigo mismo.

  • Tengo tics que no llegan a ser TOC´s. 
Pero sacando estos tres, ínfimos detalles, todo sale bien, cuando mamá me lleva a ese lugar grande donde hay muchos hombre en piyama, y me quedo ahí un par de días; la última vez que fuimos, me quede dos semanas.

No... todavía no estoy para internar, pero si para ser analizado. Pero como ya leí acerca de psicología, le voy a decir lo mimo que le digo, cotidianamente, a cada persona que me cruzo.

¡¡LA CULPA LA TIENEN TUS PADRES!!

Me subo al colectivo y le digo al chofer:

-¿Sabes por qué manejas un colectivo doce horas por día?
¡¡LA CULPA LA TIENEN TUS PADRES!!

Voy al kiosco;

-¿Sabes por qué no tenes monedas para darme cambio?
¡¡LA CULPA LA TIENEN TUS PADRES!!

El semáforo está en rojo y no puedo cruzar la calle...
¿Por qué?
¡¡LA CULPA LA TIENEN TUS PADRES!!
No... no, los míos soy yo quien no puedo cruzar la calle.

Y así, con cada situación que lo amerite, usando esta máxima de bandera, podrá enfrentar sus problemas cotidianos, de una manera distinta. Tomando como hecho secundario que se ahorra doscientos pesos por semana, para después de años de terapia le digan:

¡¡LA CULPA LA TIENEN TUS PADRES!!

Queridos amigos, esto fue un humilde aporte de AleCito, para la comunidad blogger.

2 comentarios:

  1. Querido amigo:
    También dicen que necesito terapia, en este caso, yo, me niego a esto. Sin embargo yo no niego estar loco, cosa que confirma que no lo estoy, cuestión que, aunque estoy muy seguro de ella, debes en cuando me confunde bastante.
    Como usted, señor, solía responsabilizar a mis padres, digo responsabilizar porque en las culpas no creo –menos en el perdón-, de cuestiones que son claramente solucionables por los mismos. Por ejemplo, a veces llego al semáforo, como usted bien lo menciona en el ejemplo anterior, y pienso: Hay madre, madre, si tan solo me hubieras parido 30 segundos antes ya podría haber cruzado de una vereda a la otra y estaría más próximo a volver a hacerlo, pero a la inversa, para regresar de nuevo a mi casa, lo cual me empezaría a alejar una vez mas de esta situación concreta y me llevaría directamente a desear haber sido parido unos segundos luego para no volver a retroceder tan rápido, madre, que imprudente eres. Lógicamente, mi padre, también responsable de estos males que tanto abundan en mi vida, jamás tuvo la decencia de acercarse a una huelga de colectiveros por la reducción de su jornada laboral, “no hecho” que día tras día me llena de rencor hacia él, considerando, claro está, que la ayuda que hubiera podido dar habría sido determinante para que no trabajen 12 horas diarias, como digno vendedor de pijamas que es. Si, él también es responsable de eso, señor. Él, sin ir más lejos, es quien provee de tan tristes vestimentas a estos demonios color blanco o celeste –dependiendo día y situación- que tanto me atormentan hora tras hora en mi humilde hogar. Debes en cuando me pregunto ¿Serán producto de mi imaginación? Pero luego veo como la pastilla del medio día tiene un nítido color celeste cielo, igual que el pequeño demonio que la trae a mi habitación diariamente, entonces, me regocijo en mi cordura al confirmar que no estoy viendo cosas que no existen.

    Atte. El hijo de la inoportuna y el vendedor.

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